Una vez más opera la censura y la difamación en mi contra. Esta vez le toca al otro extremo político que hoy goza del poder. Tal y como sucedió en otros gobiernos de Izquierda y también de Derecha, se inventan conspiraciones y mentiras que intentan instalar falsedades. Pero esta vez fueron un paso más allá y me «doxearon» en una conocida red local, exponiendo datos sensibles y falsos. La gota que rompió el cántaro es que ahora también están atacando a la persona más importante en mi vida. A política y sus mercenarios disfrazados de prensa, le gusta la libertad de expresión solo cuando es eco de su propias mentiras o halagos.